Si bien hoy cumple el primer año de la creación del Área Natural Protegida, a lo largo del siglo XX ha estado luchando en el Congreso de la Nación para lograr convertirse en el mayor parque nacional.
Diario Epoca
El 18 de abril del 2018 el futuro Parque Nacional Iberá daba por primera vez sus pasos legales cuando la Cámara de Senadores diera, por unanimidad, media sanción al proyecto de su creación.
Pasarían casi ocho meses para que el 5 de diciembre de ese mismo año quede para siempre en la historia cuando en el Congreso de la Nación a partir de 199 votos afirmativos, seis en contra y dos abstenciones se diera sanción a la Ley Nacional Número 27481 habilitante a 159.800 hectáreas para la creación del trigésimo sexto parque nacional.
Sin embargo, su historia comienza muchos años antes cuando en 1939 diputados liberales correntinos presentaran a la Cámara de Diputados Nacional un proyecto de ley para la creación de un Parque Nacional en los Esteros del Iberá. No tendría resultado inmediato y quedaría archivado en el expediente 1550/39.
El senador por Corrientes Eduardo Madariaga en 1949 reclamaría a la Presidencia de la Nación el cumplimiento del Plan Quinquenal para los años 1947-1951, en el cual se contemplaba la creación del Parque Nacional “Laguna Iberá”. Pasarían diez años para que en 1959 la Administración General de Parques Nacionales y Turismo ordenara una evaluación geológica, geográfica y biológica del parque proyectado.
Será el doctor Eduardo Pigretti quien en 1966 proponga hacer de Iberá una reserva provincial, pero sin éxito por el hecho de que el gobierno de la intersección federal se iría antes de que avance el proyecto. No obstante, Leonardo Nito Aquino, junto a un entusiasta grupo mercedeño volverían a insistir en 1982. Así la provincia convocaría a mariscadores de la zona para convertirlos en los primeros guardaparques y crear en 1983 la Reserva Natural Iberá.
Doug Tompkins, un soñador ibereño
La llegada a Corrientes de Douglas Tompkins y su esposa Kristine McDivitt se daría en 1997, invitados por el propio gobierno correntino. Venían de comprar tierras en Chile, y sobrevolando la isla de San Alonso, el enamoramiento de Doug sería eterno. A partir de allí comenzarían su introducción al Iberá con la compra de 159.000 hectáreas.
Doug trascendería en la zona en junio de 2011 en Colonia Carlos Pellegini. Allí, durante la Primera Feria de las Aves y Vida Silvestre, volvería a introducir la visión de Iberá en Parque Nacional. Todo ello conformado por las tierras de dominio público del Estado, y las propias que había comprado con su fundación Conservation Land Trust. Las críticas no tardarían en llegar, pero había dejado nuevamente las ideas conservacionistas en el ambiente. Su muerte el 8 de diciembre del 2015 tras un accidente de kayak en Chile, sería el hecho que desencadenaría el inicio de un sueño que se convertiría en realidad tres años más tarde.
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