En exclusiva con SimpreCorrientes, este joven médico de 23 años comentó que en el momento del parto padeció falta de oxígeno que le dejó secuelas serias como la parálisis cerebral. Luego sufrió en neonatología tres paros cardíacos y una etapa larga de recuperación. “Hoy tengo ganas de devolver a la gente toda la ayuda que yo supe recibir”.
Recordó que en su niñez tuvo varias cirugías, como la rotación de ambas caderas para poder caminar que fue a los 8 años. Además tratamientos psicológicos variados y terapias de todos los aspectos.
“Me crié en todo ese entorno médico. Mi mamá comentó que desde chico quise ser doctor”, señaló Wenceslao Domínguez. En agosto comienza las prácticas médicas, luego de esa residencia pretende seguir especializándose en Neuropsiquiatra infantil.
Este joven de 23 años es un claro ejemplo de vida y superación, comentó que tiene dos hermanas, sus padres y dos abuelas. Curso su carrera de medicina durante unos cinco años.
Con respecto a su participación en “Quien quiere ser millonario”, relató que al ser mucha la diferencia entre ganar $300.000 o $500.000, se quedó con los $300.000. Además ya había usado todos los comodines.
Oriundo de Esther Provincia de Santa Fe, a unos 80 kilómetros de la ciudad de Rosario, hace 11 años vive en Rosario, "Wenchy", como le dicen sus amigos, agregó: “Era ganar una suma importante. Un 25 por ciento de margen para embocar los $300.000 y un 75 de que me vaya mal”.
“Por estadísticas decidí quedarme. Las expectativas era mucho más que lo económico, sino contar mi historia de vida”, aseguró para SiempreCorrientes.
El concursante no solamente tuvo que luchar contra sus limitaciones y dejar atrás las dificultades físicas, lo más grave fue enfrentar el prejuicio de los demás:
“En la facultad tuve choques con docentes que me dijeron que no iba a llegar a nada”.
“Al principio de la carrera una docente me dijo que no iba a poder, y yo dije 'si es médica y docente capaz que tiene razón y no me quiere hacer perder tiempo, por suerte mi familia y mis amigos, grandes pilares, me dijeron que no les de bola”.
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