Un inspector de tránsito que circunstancialmente observaba el hecho pidió a la propietaria la documentación del rodado y su carnet. La mujer se habría negado a entregar la documentación y abandonado el rodado con un perro “caniche” adentro.
Posteriormente el vehículo fue trasladado hasta el playón municipal. El señor Araujo Ramón de la Dirección de Tránsito, comentó que la propietaria del rodado, al querer estacionar marcha atrás, habría “tocado” la pierna del agente de tránsito.
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